Se denomina postgraffiti, a la etapa que tiene lugar a partir del punto de encuentro que se dio entre el arte académico y el graffiti (y otras formas de cultura popular, que más tarde se llamarían urbanas). A diferencia del escritor de graffiti, no compite para conseguir un respeto, ni utiliza un código concreto. Se dirige al público general utilizando motivos gráficos que este puede entender.
Abarca (2010) añade también que “el graffiti maneja un código cerrado, y está dirigido exclusivamente a un público en concreto; mientras el postgraffiti, por el contrario, se dirige al público general.”
La gran diferencia está en que mayoría de los artistas de postgraffiti, tienen alguna formación académica. Su actitud a la hora de ocupar superficies públicas es mucho más respetuosa que la de los escritores de graffiti, salvo que la obra requiera lo contrario para favorecer su significado o tener sentido. Y no solo eso, sino que el graffiti tiene cabida dentro de las galerías. Este dato es de vital importancia para su entendimiento, pues postgraffiti, es la palabra que utilizaron las propias galerías en su momento para intentar no arrastrar la mala fama del graffiti.
AVELLANO, Juan (2015). La pintura mural y su Didáctica. Tesis Doctoral. Madrid. UCM. pp 35-38
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