Técnica de imprimir textos o dibujos, a partir de tipos o moldes en relieve que, entintados, se aplican sobre el papel.Los romanos tuvieron sellos que imprimían hojas de inscripciones sobre objetos de arcilla alrededor del año 440 a. C. y el 430 a. C. Entre 1041 y 1048, ya existía en China, un tipo de papel de arroz, que permitió que se hiciese el primer sistema de imprenta de tipos móviles, a base de complejas piezas de porcelana en las que se tallaban los caracteres chinos; esto constituía un complejo procedimiento por la inmensa cantidad de caracteres que hacían falta para su escritura. En 1234 artesanos durante la dinastía Koryo de la actual Corea, siendo conocedores de los avances chinos, crearon un juego de tipos móviles de metal que se anticipó a la imprenta moderna, pero raramente lo usaron.
Es en 1450 aproximadamente, cuando Johannes Gutemberg inventa la imprenta de tipos móviles que cambiaría la Historia, así como se le considera padre de la tipografía.
Existe documentación subsecuente que le atribuye la invención aunque, curiosamente, no consta el nombre de Gutenberg en ningún impreso conocido.
Una edición que data del año 1502 en Maguncia, Alemania, impresa por Peter Schöffer, sucesor de la imprenta que inicialmente fue creada por Gutenberg, dice:
“…Este libro ha sido impreso en Maguncia, ciudad donde el arte admirable de la tipografía fue inventado en 1450 por el ingenioso Johannes Gutenberg y luego perfeccionado a costa y por obra de Johann Fust y de Peter Schöffer… entre otros…”
Hasta 1450 y aun en años posteriores, los libros se difundían en copias manuscritas por amanuenses, muchos de los cuales eran monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y a la réplica de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles. A pesar de lo que se cree, no todos los monjes copistas sabían leer y escribir. Realizaban la función de copistas, imitadores de signos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual era fundamental para copiar libros prohibidos que hablasen de medicina interna o sexo. Cada uno de sus trabajos podía durar hasta diez años.
Gutemberg apostó a que era capaz de hacer a la vez varias copias de la Biblia en menos de la mitad del tiempo que tardaba en copiar una el más rápido de todos los monjes copistas del mundo cristiano y que éstas no se diferenciarían en absoluto de las manuscritas por ellos. Pidió dinero a Johann Fust, y comenzó su reto sin ser consciente de lo que su invento iba a representar para el futuro de toda la humanidad.
En vez de usar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban con el uso, confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con plomo, creando los primeros tipos móviles. Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras para que coincidiesen todas entre sí: en total, más de 150 tipos, que imitaban la escritura de un manuscrito. Había que unir una a una las letras que se sujetaban en un ingenioso soporte, sistema mucho más rápido que el grabado en madera y considerablemente más resistente al uso..
Lo que Gutenberg no calculó bien fue el tiempo que le llevaría poner en marcha su nuevo invento, por lo que antes de finalizar el trabajo se quedó sin dinero. Volvió a solicitar un nuevo crédito a Johann Fust y, ante la negativa del prestamista, le ofreció formar una sociedad. Johann Fust aceptó la propuesta y delegó la vigilancia de los trabajos de Gutenberg a su sobrino, Schöffer, quien se puso a trabajar codo a codo con él, al tiempo que vigilaba la inversión de su tío.
Imprenta de 1811.
Tras dos años de trabajo, Gutenberg volvió a quedarse sin dinero. Estaba cerca de acabar las 150 Biblias que se había propuesto, pero Johann Fust no quiso ampliarle el crédito y dio por vencidos los anteriores, quedándose con el negocio y poniendo al frente a su sobrino, ducho ya en las artes de la nueva impresión como socio-aprendiz de Gutenberg.
Gutenberg salió de su imprenta arruinado y se cuenta que fue acogido por el obispo de la ciudad, el único que reconoció su trabajo hasta su muerte, pocos años después.
Peter Schöffer terminó el cometido que inició su maestro y las Biblias fueron vendidas rápidamente a altos cargos del clero, incluida la Santa Sede, a muy buen precio. Pronto empezaron a llover encargos de nuevos trabajos. La rapidez de la ejecución fue sin duda el detonante de su expansión, puesto que antes la entrega de un solo libro podía posponerse durante años.
Actualmente, se conservan muy pocas «Biblias de Gutenberg» —o de 42 líneas— y, menos aún, completas. En España se conservan dos, una completa en Burgos y otra con sólo el Nuevo Testamento en Sevilla
Vocabulario:
Tipo es igual al modelo o diseño de una letra determinada.
Tipografía es el arte y la técnica de crear y componer tipos para comunicar un mensaje. También se ocupa del estudio y clasificación de las distintas fuentes tipográficas.
Fuente tipográfica es la que se define como estilo o apariencia de un grupo completo de caracteres, números y signos, regidos por unas características comunes.
Familia tipográfica, en tipografía, significa un conjunto de tipos basado en una misma fuente, con algunas variaciones, tales, como por ejemplo, en el grosor y anchura, pero manteniendo características comunes. Los miembros que integran una família se parecen entre sí pero tienen rasgos propios.
Clasificación Histórica:
Los primeros tipos móviles creados por Johannes Gutenberg, imitaban la escritura manuscrita de la Edad Media. Por esta razón no es de extrañar, que los primeros tipos que comenzaron a fundirse las góticas, la humanística o romana (también llamada Veneciana) en Italia. La evolución del diseño tipográfico ha permitido establecer una clasificación de los tipos de letra por estilos generalmente vinculados con las épocas en las que fueron creadas las familias tipográficas.
Humanística o veneciana: se conoce con este nombre a aquellos primeros tipos creados en Italia, poco después de ser inventada la imprenta; imitaban la caligrafía italiana de la época. Así mismo se llaman humanísticas aquellas fundiciones que sin ser de esta época (siglo XV) están inspiradas en ellas. Se crea en las afueras de la ciudad de Venecia, Mestre. Generando gran controversia sobre el origen exacto de este tipo de caligrafía.
Sans serif : está basado en las proporciones de las romanas. Las mayúsculas inscripcionales y el diseño de caja baja de las romanas de los siglos XV–XVI. No son monolíneas y son una versión de la romana pero sin serifas. Edward Johston, calígrafo de la época, con su creación en el tipo de Palo Seco para el metro de Londres en 1916 significó un gran paso en lo referente a las características habituales hasta entonces presentes en estos tipos.
Antiguos o romanos: históricamente se denominan tipos antiguos a los que empleó Aldo Manucio en su imprenta veneciana a partir de 1495 y todos aquellos que se han confeccionado después pero tienen influencia de estos o son adaptaciones posteriores. Al igual que las familias tipográficas humanísticas, tienen una gran influencia caligráfica pero son más refinados, debido a que los talladores de matrices habían adquirido más destreza en la confección de las piezas tipográficas.
De transición o reales: son del siglo XVII pertenecientes a la primera Revolución Industrial (Inglaterra). La característica principal de estas es que, en una misma línea entran varios caracteres, el ápice es en forma de gota, y las minúsculas son más altas que en el caso de las humanistas y garaldas. Estas formas características corresponden, también, a que son utilizadas en el famoso diario Times (en el cual utilizan la tipografía creada por Morrison). Las letras angostas y altas logran una buena visualización para el lector y en una misma línea entran varios caracteres, esto les serviría para poder acomodar perfectamente la información.
Modernos: Didot creó el primer tipo moderno en el s.XVIII. Este poseía caracteres formales tales como una profunda modulación y contraste entre los trazos y unos remates nítidos que en otra época no hubiesen podido tallar. Este estilo fue mejorado con la creación del italiano Bodoni y fue empleado como texto corrido hasta principios del s XIX.
Egipcios o Mecánicos: son aquellos de grandes remates se apartan de los rasgos tradicionales como los caligráficos. También llamadas mecanas, exageran los remates de las modernas produciendo un impactante aspecto, descubriendo trazos más firmes. Los contrastes del trazo son variantes, los tipos mecánicos se caracterizan por su estructura monolineal y rasgos achatados, también se perciben formas geométricas simplificadas y en general de un solo espesor en el trazo, el serif es casi del mismo grosor que los bastones de las letras. Surgieron a partir de la industrialización a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
Controlar grafismo y contragrafismo es controlar a la vez la caligrafía. Trabajar el grafismo, lettering; Y el contragrafismo, sería trabajar con tipografía.
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